El amigo placentino Juan Esteban Bejarano, gran aficionado y divulgador del flamenco, me dio a conocer el libro de poesías de Julián Andúgar A Bordo de España.
Se trata de un libro de poemas, publicado en Barcelona en 1959 por Joaquín Horta Editor, en cuyo interior se puede ver un dibujo de Guinovart.

Julián Andúgar le dedica unos poemas al cante flamenco y uno en concreto al cantaor Tomás de Huelva (Huelva, 1931). Se titula Cantaor y dice así:
A Tomás de Huelva
La plata,
el oro, el hierro;
pero es el hierro lo que más resuena
en esta aleación,
que funde tu garganta.
Herrero de tus propios materiales,
forjas,
impones el silencio,
al primer martillazo de tu voz
y un rumor y reposo
de bosque antiguo
rodea a tu persona.
Luego,
desde lo hondo,
como la madre-mar,
tiras de ti;
acumulas la fuerza del oleaje
de tu gran pesar
con que, implacablemente,
nos flagelas.
Deja de golpear
el yunque de la pena.
Te estás matando,
nos estás matando,
vivos, de dentro a afuera.
Terco del llanto,
obseso,
estás llorando;
lloras la siguiriya
como si nadie hubiera
llorado en este pueblo
lágrimas largas,
buscando la salida
de tanto encerramiento.
¡Calla!
Tomás de Huelva vive actualmente en Madrid, con su esposa Mª Antonia Motos, hermana del fallecido guitarrista Pepe Motos (que acompañó, entre otros, a Carmen Amaya) y es primo de Rafael Farina. Nacido en Huelva, a principios de los años 50 marchó a Barcelona, para intentar ganarse la vida. Tuvo un bar en la calle Còdols y actuaba en fiestas y tablaos. Compartió piso con el Tío Enrique en el Pasaje del Reloj, un pequeño callejón entre la C/Escudellers y C/Còdols, cerca de tantos otros bares, restaurantes y tabernas con ambiente flamenco en los años 50 en Barcelona: el Charco la Pava de C/Escudellers, la Macarena de Nou de Sant Francesc, El Camarote, Los Caracoles…