En uno de los últimos números de la revista valenciana Semana Gráfica se ofrece un enjundioso reportaje dedicado a Concha Borrull. Se publicó el 23 de abril de 1932 y lleva por título “El café cantante en Valencia”. Muy interesante darse cuenta de cómo la familia Borrull que tanta fama y prestigio obtuvieron en Barcelona se trasladan a Valencia, aparentemente, en busca de un ambiente más tranquilo y menos ajetreado o, quizás, mejor recompensado. El reportaje ofrece fotos de Concha Borrull en el tablao familiar que también llamaron Villa Rosa y vemos bailar al Niño Tobalo y mencionan a “Palmira Escudé, Ceperito, Antonio Vargas, Lorencito de Madrid y María la Gitana”. Respecto a su padre y hermano guitarristas, los describe así:
“Mi pare, el más grande tocaor de guitarra que ha habido con la sonanta, improvisaba música flamenca igual que un compositor sería[sic] con los papeles a inventar chotis y pasodobles. El maestro Serrano tiene en “Alma de Dios” una farruca cuyo tema se lo dio mi pare. ¡Mira si era grande!
Adjunto el artículo entero:


Hubo flamenco en Valencia, ¡y del bueno!